MÁS DE DOS AÑOS EN EL DIQUE SECO

El día en que Lucía Bernal Ruiz volvió a sentirse futbolista

La centrocampista del Femenino Juvenil B se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en noviembre de 2014.

Amenazó con poner el punto final a su prometedora carrera, pero afortunadamente solo se convirtió en un doloroso punto seguido que no obstante la ha hecho más fuerte.

“Sinceramente, todo aquel que ha padecido una rotura del ligamento cruzado anterior se plantea tirar la toalla, porque al fin y al cabo te ves tan ahogado que es lo más fácil”, reconoce Lucía Bernal Ruiz (Madrid, 25/05/1999), cuya inquebrantable fuerza de voluntad le hizo desterrar una prematura retirada y ahora le ha devuelto la sonrisa.

Lesionada gravemente en la rodilla izquierda el 16 de Noviembre de 2014, la mediocentro del Femenino Juvenil B pasó por quirófano un mes más tarde, pero la mala fortuna se cebó con ella y recayó el 3 de Septiembre de 2015.

El fútbol es parte de mí, me complementa

Desde entonces, muchas horas de esfuerzo y trabajo -no exentas de momentos de debilidad- por fin encontraron su recompensa el pasado domingo, cuando Lucía Bernal se vistió de nuevo de corto en el triunfo de su equipo contra Santa María Caridad (7-0).

“Lo que sentí fue una sensación indescriptible, aún sigo buscando una palabra exacta para definirlo. Después de 835 días sin pisar un terreno de juego, volví a disfrutar y a ser feliz al 100%.”, afirma la centrocampista en declaraciones a la web del club.

“Pienso, y desde que me lesioné lo tengo como principio, que todo aquel que de verdad quiere algo debería luchar por ello, por mucho que canse ir tras algo que puede no llegar o estar muy lejos. Todo llega para quien sabe esperar y no hay duda de que es así”, prosigue Lucía Bernal, quien explica como llegó a sopesar su adiós a la práctica deportiva.

“Me lo planteé en mi recaída. Fue un momento muy duro e impactante para mí y toda mi familia y amigos. Resultaba una elección tan sumamente difícil que decidí apoyarme en mis padres y en gente del club antes de actuar. Por suerte la decisión que tomé fue la acertada. Pensar en dejar algo que tan feliz me hacía -y me hace- vino dado por los altibajos y la montaña rusa en la cual me encontraba. Para mí el fútbol era mi vía de escape ante cualquier problema. Con ello me evadía y me olvidaba de todo”.

Afortunadamente, la mediocentro rojiblanca ya solo mira al futuro y se plantea como principal objetivo “a disfrutar y sonreír acompañado de competir”. “Para eso hay que luchar con trabajo y esfuerzo. Los objetivos colectivos los tenemos muy claros todas: competir al máximo en todas las competiciones, disfrutando, y dejar al Atleti siempre arriba, donde se merece”.

“El fútbol es parte de mí, me complementa. Voy a seguir luchando porque siga formando parte de mi vida mucho más tiempo y contra lo que haga falta para que así sea”, concluye Lucía Bernal.