¿Vienes a Guimaraes?

No te pierdas la guía para una visita rápida que te hemos preparado para las horas previas al encuentro del Atlético de Madrid en suelo portugués

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO hace una década, Guimaraes es una de las joyas del país vecino. Cuna de Portugal como estado independiente y de la dinastía que reinó en el país durante siglos, su casco antiguo medieval es uno de los más bellos de la península. En la actualidad, cuenta con más de 50.000 habitantes, que se emplean, mayoritariamente, en un renovado sector industrial. Además de la producción de curtidos y cuchillería, existe una pujante actividad textil con foco en la hilandería y las confecciones de algodón. Pregunte a un ciudadano de esta localidad portuguesa por sus mayores motivos de orgullo y seguro que contestará: su pasado, su universidad y, por supuesto, su equipo de fútbol.

HISTORIA

Guimaraes está íntimamente ligada al poder. Los primeros lazos parten del 840 cuando Alfonso II de León convocó en la localidad un concilio de obispos. Era sólo el pistoletazo de salida de una relación que se estrecharía a partir del SX cuando la condesa Mumadona Dias mandó fundar un monasterio y construyó el castillo. La época de mayor pujanza llegaría en 1095 cuando el rey Alfonso VI de Castilla y León le concedió la corona de Portugal a su yerno Enrique de Borgoña y él eligió Guimaraes para erigir su corte. Durante casi 50 años esta localidad del norte de Portugal fue el núcleo del poder político y militar del país hasta que en 1143, Afonso Enriques, hijo de Enrique de Borgoña, e iniciador de la lucha contra los árabes, era reconocido como el primer rey de Portugal y trasladaba su corte a Coimbra.?

QUÉ VISITAR

Castelo de Guimaraes.
En este castillo nació Afonso Henriques, considerado primer rey de Portugal. La construcción parte de un primitivo torreón, núcleo del castillo creado por la condesa Mumadona Dias en el SX. Enrique de Borgoña, padre de Afonso, remodeló la fortaleza, que ahora cuenta con ocho torres y una línea de murallas que, en su mejor momento, llegaron a tener dos kilómetros de longitud rodeando la cima del monte Latito.

Iglesia románica de Sao Miguel do Castelo.
Situada delante del Castelo, en ella se exhibe la pila bautismal donde fue bautizado Afonso Henriques. En ella, están sepultados además varios compañeros de armas del rey.

Palacio Ducal o Paço dos Duques de Bragança.
El Palacio Ducal, cuya construcción se remonta al 1401, recuerda vagamente con su mezcla de fortaleza y palacio a los castillos del valle del Loira. Afonso I, conde de Barcelos y primer duque de Bragança, fue el impulsor de la construcción que se caracteriza por sus originales 39 chimeneas de ladrillo. Dotado de muros de gran altura, alberga un exquisito mobiliario y los espectaculares techos labrados de la sala de los Banquetes y de la sala de las Fiestas. Remodelado para servir como residencia presidencial de Salazar, actualmente se utiliza como palacio de representación de la Presidencia de la República.

Igreja de nossa señora da Oliveira.
Junto al castillo, esta iglesia situada en el Largo da Oliveira es la principal construcción impulsada por la condesa Mumadona en Guimaraes. Reconstruida cuatro siglos después, acoge el Museu de Alberto Sampaio, que conserva cerámicas, esculturas, frescos, una cruz manuelina y un rico tesoro de objetos de culto de los siglos XII al XVI.
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