DISEÑO ESPECTACULAR DE CRUZ Y ORTIZ

Una cubierta impresionante para el Wanda Metropolitano

Los trabajos de instalación de los paneles radiales han finalizado cuatro meses después. Se sigue trabajando en el termosellado y en la colocación del voladizo.

Foto: Alberto Molina

El pasado 28 de marzo se instalaba, sobre el fondo norte del Wanda Metropolitano, el primer panel radial de membrana de politetrafluoroetileno. Comenzaba un trabajo a más de 40 metros de altura, que ha durado cuatro meses, y en el que operarios especializados se han encargado de desenrollar, colocar y tensar los 96 paneles de un material tan resistente como liviano diseñado para salvaguardar la grada de nuestro nuevo estadio. Este viernes la cubierta se cerraba definitivamente sobre el Wanda Metropolitano haciendo realidad el diseño original de Cruz y Ortiz. El resultado es espectacular.

En una entrevista a la web del club el pasado marzo los arquitectos resaltaban la importancia de este elemento estructural en el proyecto del edificio. "La cubierta va a ser responsable de una buena parte de la imagen del estadio. Es un estadio muy dual donde los graderíos tienen un aspecto macizo, casi de fortaleza. Y, sobre eso, la cubierta se deposita con una ligereza muy especial y da esa forma un poco en ola", indicaba Antonio Ortiz. Antonio Cruz apuntaba, además, la contribución al ambiente dentro del edificio: "Estos estadios tienen una enorme resonancia. El sonido de los espectadores se percibe y todo el ambiente que un espectáculo como el fútbol conlleva. Creo que va a ser una auténtica olla a presión".

La ingeniería de la cubierta tiene la firma de schlaich bergermann partner, autora de otras cubiertas icónicas en el mundo del fútbol como Maracaná o el Soccer City de Johannesburgo. De su colaboración con Cruz y Ortiz nació el proyecto que podemos admirar ahora. Así explicaba Mike Schlaich, socio del estudio de ingeniería, la estructura de la cubierta del Wanda Metropolitano: "Tenemos un anillo exterior que llamaremos de compresión y uno interior, de tracción. Los unen los radios, que están tensados, lo que permite que la rueda haga su función al compensar las tensiones de compresión con las de tensado. La cubierta funciona igual, pero situándose en horizontal e incluyendo una membrana. En el Wanda Metropolitano contamos con un doble anillo de compresión y otro de tracción. Los radios se cruzan hacia la mitad de la membrana generando una geometría muy bonita. El resultado es una cubierta muy estable, esbelta y elegante".

FCC, responsable de la construcción del edificio, sigue avanzando en el trabajo de termosellado para unir las juntas entre paneles y en la colocación de las membranas del espectacular voladizo exterior que cubrirá a los aficionados en su acercamiento a la fachada principal. Unos trabajos que, una vez finalizados tendrán como resultado una cubierta que pesará apenas 6.300 toneladas (muy ligera en comparación con las de otros estadios), oscilará entre los 45 y los 57 metros de altura y contará 83.000 metros cuadrados de superficie. Unos números impresionantes para una estructura icónica del Wanda Metropolitano.