UYL | ATLÉTICO DE MADRID 3-0 MILAN

Gran triunfo para jugarnos el pase en Oporto

Los tantos de Curras, Javi Serrano y Gismera permitirán que nuestro equipo dependa de sí mismo en Portugal en un duelo directo por los dieciseisavos.

FOTO: Sergio Fárago

ATLÉTICO 3-0 MILAN


Atlético de Madrid: Gomis, Díez (Kostis, 84'), Ibra, Navarro, Corral (Vilán, 46'), Javi Serrano (Fran Gómez, 84'), Boñar, Barrios, Curras (Gismera, 65'), Carlos Martín y Salim (Denia, 78').


Milan: Pseftis, Coubis (Bozzolan, 83'), Obaretin, Makengo, Kerkez, Di Gesú, Bright (Eletu, 46'), Traoré (El Hilali, 60'), Gala (Alesi, 60'), Capone y Rossi (Nasti, 60').


Árbitro: Alexandre Boucaut (Bélgica). Amonestó con cartulina amarilla al local Javi Serrano (58') y al visitante Nasti (76').


GOLES:

1-0. 21’. Curras
, de penalti.

2-0. 81’. Javi Serrano, también de penalti.

3-0. 91’. Gismera, asistido por Vilán.

El Atlético de Madrid Juvenil se impuso este miércoles por 3-0 al AC Milan en el encuentro correspondiente a la quinta jornada de la fase de grupos de la UEFA Youth League, donde nuestro equipo depende de sí mismo para clasificarse para la ronda de dieciseisavos. No en vano, tras la derrota por 4-0 del Porto en Liverpool, una victoria en Portugal el próximo 7 de diciembre nos otorgaría un pasaporte hacia la siguiente fase.

En una primera parte muy igualada, Javier Curras fue el encargado de inaugurar el marcador, transformando en el 21' un penalti cometido por el cancerbero Pseftis sobre Carlos Martín. El '10' rojiblanco materializó la pena máxima con un lanzamiento centrado por el centro, imposible de atajar para el guardameta visitante.

El propio Carlos Martín fue el jugador atlético que más peligro generó en la reanudación y en el 61' rozó el 2-0 con un disparo raso y seco que salvó el portero 'rossonero' con una mano providencial. Un 2-0 en el cual no obstante participó el futbolista madrileño, provocando también el segundo penalti de la tarde, cometido por Di Gesu y convertido por Javi Serrano en el 81'. Ya en el 91', Gismera cerró la goleada con un potente derechazo que entró pegado al palo a media altura y que vino precedido de un robo de pelota de Vilán en el lateral del área.