Azerbaijan, tierra de fútbol

 El Atlético dio por concluidos dos días en Bakú conociendo las maravillas del país azerbayano y lo hizo venciendo cómodamente en el encuentro amistoso que disputó a un conjunto formado por jugadores del país anfitrión. Simeone dio minutos a casi todos los miembros de la plantilla y decidió alinear a dos jugadores en edad juvenil como son Óliver, habitual ya en la actualidad del primer equipo, y Samuel Villa, que debutaba de esta manera con el primer equipo escorado en la derecha, como premio a su gran temporada con el Juvenil División de Honor.

Los rojiblancos dominaron con claridad y en la primera parte vivieron continuamente instalados en el área de Agayev aunque sin encontrar el premio del gol. Nada más comenzar el encuentro, Tiago conseguía marcar pero el asistente invalidó la jugada por fuera de juego después de un magnífico detalle técnico de Koke para dejar solo al portugués. En la jugada siguiente Adrián demostró su velocidad al marcharse del zaguero pero su derechazo se marchó rozando el palo. Si Tiago había marcado en fuera de juego, Insua haría lo propio en el minuto 17 después de que Óliver le dejara el carril al lateral.  El argentino era un puñal por su banda y al filo del minuto 20 sirvió un balón a la cabeza de Adrián que el asturiano no acertó a rematar entre los tres palos.

 A pesar de que el tanto se resistía, los colchoneros no dejaban de intentarlo. De esta manera, una jugada por la izquierda de Cristian Rodríguez terminó con el balón en las botas de Óliver que no dudaba y batía al portero para hacer su primer gol con la camiseta del primer equipo del Atlético. El segundo acto comenzó con el carrusel de cambios habitual. Sería la única circunstancia que cambiaría el panorama ya que el juego se desarrollaba de la misma manera que antes del descanso.

Con los rojiblancos dominando y acercándose con peligro al área que durante el segundo periodo defendía Mammadov, el guardameta evitaría al filo del 60 un gol cantado al sacarle con los pies un remate franco a Raúl García tras un centro medido de Insua. El portero azerbayano se estaba convirtiendo en la máxima estrella de su equipo. En la acción siguiente, Diego Costa le encaraba tras dejarle Adrián solo ante el cancerbero pero su doble remate lo evitaba Mammadov. 

El brasileño ejercía como único estilete aunque bien secundado por los hombres que llegaban desde atrás. Entre ellos, el más destacado era Raúl García. El navarro tuvo dos ocasiones que se encontraron con el portero antes de poder convertir el segundo de la noche. Diego Costa veía el desmarque de Mario Suárez que se encontraba solo ante el portero y lejos de ponerse nervioso esperó la llegada de Raúl para cederle el balón y que el `8´ solo tuviera que empujarla cuando el electrónico marcaba el minuto 83. 

No se detendría ahí el Atlético, que siguió probando a Mammadov. Los de Simeone ampliaron la cuenta en el 87 cuando Raúl García aprovechaba un rechace del portero tras un remate de Saúl para, en un escorzo, hacer el tercero del Atlético y el segundo en su cuenta particular. Entonces si, el partido terminaba y el Atlético cerraba dos días espectaculares a orillas del Mar Caspio en la Tierra del Fuego.