El Atlético no mereció sufrir un castigo tan duro en su visita a Mestalla

El Atlético de Madrid ha perdido ante el Valencia un partido en el que mereció mucho más. Dominó casi siempre a su rival, pero se encontró con un Morientes en estado de gracia que con dos llegadas mortales acabó con las esperanzas rojiblancas. Al Atlético de Madrid sólo le faltó el gol en una primera parte en la que tuvo más tiempo el balón. Con Mista en el campo, el rombo rojiblanco funcionó notablemente en muchas fases, pero sólo faltó que se reflejara en el marcador. Todo pudo cambiar en el minuto 9, cuando tras un córner sacado por Jurado Fernando Torres cabeceaba con limpieza, pero Albelda sacaba el balón sobre la línea de gol con un Cañizares ya superado. Fue una pena, porque poco después, en una jugada similar, Ayala sí lograba su objetivo mientras el reaparecido Leo sólo pudo mirar cómo se metía el balón sin remedio en su portería. Falló la marca y el argentino no perdonó. El equipo de Javier Aguirre no se descompuso y tan sólo durante unos minutos sintió la presión de un Valencia que se había crecido con el gol. Duró muy poco esa sensación y poco a poco el Atleti volvió a la senda que se había marcado desde el primer momento. El Atlético dominaba por completo el centro del campo, donde Jurado siempre aparecía para apoyar, y cuando no era él Mista y Fernando Torres trabajaban para generar ataques. Precisamente fue el murciano el que por partida doble pudo lograr la igualada, pero en ambas ocasiones mandó el balón desviado. Los rojiblancos apretaron más si cabe en el tramo final de la primera parte y Mista dispuso de otra gran oportunidad; Jurado le metió un medido pase al segundo palo, pero el atacante no llegó por milímetros para empujar el balón. Volvió a aparecer Mista nada más empezar la segunda parte, pero remató de cabeza en posición demasiado forzada como para inquietar a Cañizares. Minutos después Fernando Torres hizo lo propio e igualmente el balón se fue a un lado de la portería de Cañizares. El Atlético había regresado al campo con el mismo talante, en plan dominador. Pero de nuevo el fútbol castigaba con demasiada dureza al Atlético y un rápido ataque del Valencia era culminado por Morientes, que marcaba a placer en boca de gol. El Atleti corría el peligro de venirse abajo, pero apenas tres minutos después Mista metía de nuevo a su equipo en el partido con un certero remate raso. Era más que justo. Javier Aguirre retiró a Agüero y daba entrada a Galletti, buscando más profundidad por la banda derecha. Lo que se encontró el Atlético fue otro golpe que ya fue definitivo; de nuevo Vicente centró desde la izquierda, Antonio López no cerró a tiempo y Morientes mató de nuevo entrando por sorpresa. Otro contragolpe demoledor que terminó siendo decisivo. Aún quedaban minutos por delante, pero los rojiblancos, que lo habían hecho todo para merecer mejor suerte, ya no fueron los mismos hasta el final. Costinha y Gabi habían entrado para renovar fuerzas en el centro del campo, pero ya era demasiado tarde, sobre todo porque el Valencia ya no se dedicó hasta el final a otra cosa que no fuera mantener intacta su portería. Y finalmente lo consiguió.
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