El Atlético pierde una gran ocasión de fortalecer su condición de Champions

El Atlético de Madrid ha desperdiciado una oportunidad inmejorable para alcanzar la tercera posición de la tabla y, lo que es más importante, para fortalecer su condición de equipo Champions. El Athletic de Bilbao, que a las primeras de cambio se vio por detrás en el marcador, antes del descanso dio la vuelta al marcador en dos jugadas aisladas que fueron decisivas. El Atlético de Madrid lo tuvo todo en la mano para dejar sentenciado el partido en la primera parte, pero ante la sorpresa general el partido se le complicó cuando nadie lo esperaba en el Vicente Calderón. Los de Javier Aguirre pudieron dejar todo el trabajo hecho en la primera parte, pero en vez de ello vieron cómo el Athletic de Bilbao se marchaba al descanso en ventaja. Y eso que el partido no pudo empezar mejor para los rojiblancos. Raúl García estuvo a punto de sorprender a Armando en el minuto 2 desde lejos, pero el que lo hizo fue Antonio López dos más tarde. El lateral metió un pase desde la derecha, el Kun entró a rematar y lo que hizo fue despistar al guardameta, que vio cómo la trayectoria del balón, tras rozar en el muslo de Iraola, acababa en una esquina de la portería. Un comienzo tan positivo era impensable, ante un Athletic que apenas hacía nada en el centro del campo. Forlán, en su línea, recorría metros sin parar por todas las zonas del campo, poniendo en marcha casi todos los ataques de su equipo. Tal vez los de Javier Aguirre debieron dar más pausa a su juego y tocar con más insistencia el balón, pues los de Caparrós sufrían para generar cualquier jugada. Fue en el minuto 31 cuando el Atleti debió cerrar el partido. Una buena combinación era culminada por Luis García, que tras meter el empeine izquierdo vio cómo el balón, tras superar a Armando, se estrellaba en el larguero. Una ocasión única que no tardaron los rojiblancos en lamentar. Y es que el Athletic, en dos fugaces apariciones, dio la vuelta al partido. En el 39 Luis García sacaba una falta al borde del área, y lo que iba a ser una ocasión rojiblanca se convirtió en un tormento. Javi Martínez robó el balón, se recorrió todo el campo como una locomotora y en el último momento asistió a Susaeta, que en carrera batía a Abbiati. Peor fue el final de la primera parte, cuando Yeste sacaba una falta desde lejos y Llorente remataba con un tacón en posible fuera de juego como podía para poner el balón lejos del alcance de Abbiati. Medina Cantalejo concedió el gol y al mismo tiempo mandaba a los jugadores a los vestuarios. Si el final de la primera parte fue malo, pésimo fue el comienzo de la segunda para el Atlético de Madrid, cuando en el minuto 51 Raúl García veía la segunda tarjeta amarilla y dejaba a su equipo con 10 jugadores. El panorama se le ponía ya muy feo a los de Javier Aguirre. Y es que en inferioridad, y con un Athletic de Bilbao ya mejor asentado en el terreno de juego, el Atlético de Madrid ya no pudo hacer mucho para al menos arrancar un punto. Sus jugadores, eso es indiscutible, tiraron de orgullo y tesón, argumentos loables pero que en esta ocasión no encontraron respuesta en el marcador. Llegaban los atléticos al área de Armando con corazón, pero la portería se hacía muy pequeña cada vez que remataban. Así le sucedió a Forlán en el 67, que no encontró sitio para rematar, o a Maxi poco después, que tras disparar raso se encontró con Armando. El Athletic de Bilbao, cerrando bien su área, tuvo sus ocasiones merced a su superioridad numérica. Aduriz pudo sentenciar por dos veces, sobre todo con remate de cabeza a la salida de un saque de esquina, pero en esta oportunidad Abbiati se lució evitando el tercero. El Kun Agüero dispuso de una postrera ocasión en el 84 cuando remató en posición acrobática, pero Armando surgió para mandar el balón a saque de esquina. Ya no hubo tiempo para más porque para entonces el Athletic de Bilbao ya no estaba para hacer más concesiones.
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