El Atlético, Supercampeón de Europa tras derrotar con claridad al Inter (0-2)

Reyes y Kun Agüero fueron los goleadores rojiblancos

El Atlético de Madrid conquistó por primera vez en su historia la Supercopa de Europa tras derrotar con claridad y justicia al campeón de la Champions de la pasada temporada, el Inter. El equipo de Quique Sánchez Flores realizó un partido prácticamente perfecto y se llevó con justicia el preciado trofeo. Reyes y Agüero fueron los goleadores rojiblancos. De Gea, con un penalti parado en los últimos minutos, también contribuyó a la victoria.

El Atlético de Madrid tenía un exigente partido ante el Inter. Quique Sánchez Flores dio la sorpresa en la alineación al introducir a Domínguez en el lateral izquierdo. Una sorpresa que le salió bien al preparador rojiblanco, pues el joven jugador no desentonó e hizo un gran encuentro.

Los dos mejores equipos de Europa, de la pasada temporada, se enfrentaban con un titulo en juego y el partido fue tal y como se esperaba. Desde el principio se pudo ver el respeto que se tenían los dos equipos. No querían dar ninguna ventaja a su oponente, aunque el Atlético comenzó algo dubitativo. Los primeros minutos estuvo nervioso y apunto estuvo de costarle caro. En los dos primeros minutos del encuentro, el Inter tuvo un par de ocasiones para haber inaugurado el marcador. El potencial del conjunto italiano se mostraba desde el inicio. Pero el equipo rojiblanco no quería ser un invitado de piedra, tal y cómo había declarado Quique Sánchez Flores en la previa del encuentro.

La respuesta rojiblanca no tardó en llegar. Fue en el minuto cinco con una internada de Simao por la banda. Su centro era perfecto y el Kun sólo tenía que empujarla al fondo de la red, pero Chivu derribó al delantero e impidió el gol. El claro penalti no fue señalado por el colegiado del encuentro. Todo podía haber sido distinto de haber señalado el penalti. Estaba claro que no sería fácil y qué había qué seguir luchando para conquistar el título.

El encuentro había comenzado muy intenso. Parecía que se podía vivir un partido con muchas ocasiones, pero fue un espejismo. A partir de ese instante el dominio fue alterno. Ningún equipo podía ejercer su dominio. El Atlético no estaba cómodo sin el balón, pero a los italianos no les importaba., Fieles a su estilo no les importaba cuando no tenían el balón en su poder. El partido era de los denominados por los entrenadores táctico. Mucho movimientos tácticos y miedo a  perder la posición. Aún así, era el Atlético el que mantuvo más la pelota en su poder, pero sin apenas profundidad.

Lo peor para el conjunto rojiblanco era que Forlán no recibía balones. El delantero uruguayo estaba muy sólo. El centro del campo de los de Quique no conectaba con la delantera. El Kun quería ser protagonista en el encuentro y no le importó ponerse el mono de trabajo. El atacante bajó al centro del campo y ahí se erigió en el canalizador del juego de ataque. En el minuto 41 inició una jugada en el centro del campo, y tras regatear a todos y cuando le salían al paso, lanzó un fuerte disparo y el balón se fue fuera por muy poco. El encuentro concluyó en sus primeros 45 minutos sin ninguna incidencia destacada.

El encuentro cambió por completó en la segunda parte. El Atlético comenzó a creerse que podía vencer a su adversario. No le importó que enfrente estuviera el temible Inter. Eran sólo 11 rivales y el Atlético iba a por el triunfo. Con coraje, valor y hombría fue a por el triunfo. Tras un intercambio de golpes apareció el Atlético triunfador que todos sus seguidores esperaban. Reyes se encargó de llevar los mandos de ataque. Comenzó a llevar las jugadas de ataque. Su conexión con el Kun era sinónimo de peligro. Así, en el minuto 61 Reyes inició una jugada de ataque y tras una pared con el Kun Agüero se introducía en el área y ante la salida de Julio César le batía por bajo.

Todo se ponía muy favorable para los rojiblancos. Con el marcador en ventaja, el equipo de Quique estuvo muy cómodo en el terreno de juego. El Inter necesitaba la igualada y comenzó a dejar unos preciados espacios en el centro del campo. El Atlético lo aprovechó y tuvo el balón para llegar a las inmediaciones del meta italiano. Rafa Benítez quiso darle otro aire al encuentro e introdujo primero a Pandev y posteriormente a Coutinho. Pero era el día del Atlético. Nada ni nadie podía impedir la victoria. Aunque habría tiempo para todo.

Al contraataque y fiel al estilo tradicional del Atlético
llegaría el segundo tanto. Simao se fue por la banda y vio el desmarque de Agüero. El perfecto pase del portugués sólo tenía que ser empujado por el argentino y así fue. El segundo gol subía al marcador. La alegría y el estallido de júbilo llegó a las gradas del estadio monegasco.

Aunque qué sería del Atlético sin sufrir. Probablemente no sería ese equipo que todos y cada uno de los seguidores aman. Un equipo capaz de lo mejor y de lo peor, pero que en está ocasión estaba cerca de volver a tocar el cielo. El título se acercaba a las inmediaciones de Madrid. Los minutos pasaban y el bloque rojiblanco se movía con mucha precisión. Defensivamente el partido estaba siendo perfecto para los de Quique. Prácticamente no habían cometido fallos.

Pero todavía había tiempo para sufrir y pasarlo mal. Corría en el minuto 89 y Raúl García hizo un claro penalti a Pandev. Pero los astros estaban del lado rojiblanco. Ya se había sufrido mucho y no hacía falta sufrir más. El colofón para la gran final del equipo llegó con la parada de De Gea en el lanzamiento del penalti de Milito. Se cumplía un partido prácticamente perfecto y qué cayo del lado Atlético.
 
INTER, 0; ATLÉTICO DE MADRID, 2 (Reyes y Agüero)

Inter: Julio César; Maicon, Samuel, Lucio, Chivu; Zanetti, Cambiasso; Stankovic (Pandev, 67’), Sneijder (Coutinho, 78’), Etoo; y Diego Milito.

Atlético de Madrid: De Gea; Ujfalusi, Godín, Perea, Domínguez; Reyes (Fran Mérida, 68’), Assunçao, Raúl García, Simão (Camacho, 90'); Agüero y Forlán (Jurado, 81’).

Árbitro: Massimo Bussaca. Suiza. Mostró tarjeta amarilla en el Atlético de Madrid a Simão (85’) y Raúl García (89’). En el Inter la vio Samuel (90').

Incidencias: Partido Correspondiente a la final de la Supercopa. Estadio Louis II de Mónaco. El Presidente del Club Atlético de Madrid, Don Enrique Cerezo, representó al equipo en el Palco de Honor junto a Don Miguel Ángel Gil Marín, Consejero Delegado, Don Antonio Alonso, Vicepresidente del Área Comercial, Don Lázaro Albarracín, Don Óscar Gil Marín, Consejero y Don Miguel Pérez, Accionista.

GOLES:
0-1 (61’). Reyes desde dentro del área tras una pared con Agüero.
0-2 (82’). Agüero empuja al fondo de la red un pase de Simão.

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