LOS ROJIBLANCOS SE IMPUSIERON AL LÍDER DE LA CATEGORÍA POR 1-0 EN MAJADAHONDA

Golpe de autoridad del Atleti C ante el Alcalá

Los hombres de Óscar Mena conquistaron una importante victoria en la Ciudad Deportiva de Majadahonda ante uno de los equipos más potentes de la categoría, el RSD Alcalá.

N. Barberá / Foto: A.G.

ATLÉTICO DE MADRID C 1 - 0 RSD ALCALÁ

Atlético de Madrid C: Morales, Álex de la Rosa, Ivo, Moreno, Monsalve, Carlos, Villa (Borja Paris, 78’), Xu Xin, Pereda (Kiti, 74’), Keita, Kofi (Milla, 85’).

Alcalá: Juancho, Juli, Estefan (Josito, 85’), Pacorbo, Municio, Iván García, Font, Chiloeches (Molinos, 69’), David Sanz, Diego Antón, Lobato (Tito, 64’).

Árbitro: Manuel Carralero Calvo (Colegio Madrileño). Amonestó a los rojiblancos Moreno (60’), Pereda (73’) y Milla (90’); y a los visitantes Pacorbo (89’), Municio (87’) y Font (56’).

Goles: 1-0 (Min. 47) Samuel Villa anota el único gol del encuentro en jugada personal.

El partido comenzó con una tremenda igualdad entre ambos conjuntos, pero el Atlético de Madrid quería llevar la iniciativa y así lo demostró creando acciones de peligro como el mano a mano en el que Xu Xin no acertó a rematar. Finalmente, el balón se marcharía rozando el palo izquierdo de la portería defendida por Juancho.

Esta fue la tónica dominante en los minutos restantes de la primera mitad. Dominio y control de los rojiblancos que se hicieron con el balón en el centro del campo, mientras que el Alcalá buscaba a sus hombres altos con balones colgados que no creaban problemas a la zaga local.

La segunda mitad comenzaba tal y como había terminado el primer periodo. Control del equipo dirigido por Óscar Mena hasta que en el minuto 47, Samuel Villa, inicia una jugada personal que acaba doblando al lateral izquierdo y rematando él mismo dentro del área para firmar el primer tanto del encuentro.

A partir de este momento, el Alcalá lo intentaba con insistencia pero sin crear ocasiones claras. Los balones en largo y las acciones de estrategia no pusieron en apuros al conjunto rojiblanco, que se cerró bien atrás y controló el partido hasta que el árbitro pitó el final del encuentro.