El Atlético de Madrid ha puesto punto y final a una gran temporada. Es el momento de hacer balance y las conclusiones no pueden ser más positivas. La campaña comenzó a lo grande en el mes de agosto con la consecución de la Supercopa de España que nuestro club disputó como campeón de la Liga española 2013-14. Nos medimos al campéon de Copa, el Real Madrid, el 19 de agosto en el Santiago Bernabéu en un partido de ida que se resolvió con empate a uno gracias al tanto de Raúl García. Tres días después en un estadio Vicente Calderón rendido a los suyos, un gol de Mario Mandzukic sentenció el choque de nuestro lado convirtiéndonos en campeones de la Supercopa. Era la mejor manera de afrontar una temporada que se presentaba muy exigente.

En la Liga BBVA el gran objetivo era obtener el pasaporte directo para la fase de grupos de la Liga de Campeones 2015-16. Los pupilos de Diego Pablo Simeone consiguieron el objetivo sumando la friolera de 78 puntos, la segunda mejor marca obtenida por un equipo en nuestra liga en las últimas 20 temporadas (desde que las victorias se premian con tres puntos; el Barcelona sumó 80 puntos en la 95-96, pero disputando 4 partidos más debido a que 22 equipos formaban la Primera división). Este número de puntos habla bien a las claras de la dificultad que ha tenido esta temporada lograr el tercer puesto por la gran competitividad que han demostrado nuestros rivales por esa plaza de acceso directo a la Champions League.

En la competición doméstica nuestro equipo ha sido el segundo menos goleado, con 29 tantos encajados. Entre Miguel Ángel Moya y Jan Oblak han dejado la portería rojiblanca a cero en 19 partidos. En la mitad de los encuentros disputados por nuestro conjunto en la Liga no hemos recibido ningún gol, un dato que habla de la seguridad defensiva que ha mostrado el Atlético de Madrid en toda la competición.

En la faceta goleadora hay que resaltar la gran temporada de Antoine Griezmann, que, con 22 goles, todos ellos en jugada, ha terminado en tercera posición en la clasificación del Pichichi. Su enorme campaña se ha visto reconocida con la obtención de dos trofeos a mejor jugador de la Liga en los meses de enero y abril.

  

Además de cumplir el objetivo de la obtención del billete para la fase de grupos de la próxima edición de la Liga de Campeones, el equipo rindió a un gran nivel en las otras competiciones en las que estuvo inmerso. En la Champions se clasificó como primero del Grupo A después de ganar cuatro partidos con un balance de 14 goles a favor y 3 en contra. Nuestro equipo cayó en la primera jornada en Grecia (3-2) y desde entonces no volvió a encajar un gol en la fase de grupos, encadenando cuatro triunfos consecutivos. En octavos de final eliminamos al Bayer Leverkusen en la tanda de penaltis y caímos en cuartos de final ante el Real Madrid. Hay que destacar que en siete de los diez partidos disputados en esta Liga de Campeones nuestro equipo dejó la portería a cero. Mario Mandzukic, con cinco goles, fue el máximo goleador rojiblanco en esta competición. Con estos números, el equipo cierra la campaña en el 5º puesto del ránking UEFA.

  

Y en la Copa del Rey el sorteo nos deparó un primer enfrentamiento ante L'Hospitalet, que solventamos con un claro triunfo a domicilio (0-3), completado con un 2-2 en el encuentro de vuelta. Posteriormente nos medimos al Real Madrid en octavos de final. Los tantos de Raúl García y Giménez en la ida disputada en el Vicente Calderón nos dieron una ventaja que rerfrendamos en la vuelta con dos goles de Fernando Torres que cerrtificaron la clasificación (2-2).

En cuartos nos esperaba el Barcelona que tomó ventaja en la ida gracias a un gol de Messi, que remachó un penalti que le había detenido Jan Oblak. En la vuelta el equipo lo dio todo en busca de la remontada pero la expulsión de Gabi en el descanso fue una carga demasiado pesada para lograrlo (2-3). Torres, con tres goles, fue el máximo realizador de nuestro equipo en esta edición de la Copa del Rey.