Los Veteranos del Atlético celebraron el I Memorial Juan Carlos Arteche

Su viuda, emocionada, realizó el saque de honor del partido

Han pasado ya 365 días y la memoria de Juan Carlos Arteche sigue viva. Los que compartieron vestuario con él han querido realizarle un nuevo homenaje en la celebración del I Memorial Juan Carlos Arteche el miércoles 12 de octubre, justo un día antes de que se cumpliera un año de su fallecimiento. Para homenajear a un grande de esto del fútbol no se puede hacer otra cosa que disputar un partido. Por ello, los Veteranos del Atlético de Madrid organizaron un encuentro de fútbol once en el Miniestadio del Complejo Deportivo Municipal de Boadilla ante los Veteranos de Boadilla del Monte.
 
El partido fue lo de menos y es que las instalaciones de Boadilla del Monte se llenaron de amigos, familiares y admiradores de este central de leyenda que jamás se borrará de la memoria de los atléticos. Todos recuerdan a Arteche como un jugador que enganchaba con la afición por su entrega y pundonor en defensa de la camiseta rojiblanca.

El momento más emotivo de la celebración fue el Saque de Honor. Fue Rosa, su viuda, la encargada de hacerlo junto a sus hijas. Emocionada sólo tuvo palabras para agradecer a los que fueron compañeros de su marido el gesto cariñoso que tuvieron. “Este homenaje es un bonito detalle que va a servir para recordar quién fue Carlos Arteche. El saque de honor ha sido un momento muy emotivo para mí y para mis hijos. Mi marido era muy buen jugador, pero sobre todo mejor persona ya que todos los que le conocían le recuerdan con cariño. Agradezco enormemente este recuerdo tanto al Atlético de Madrid como a los que fueron sus compañeros. Me siento muy feliz”, reconoció conmovida.

Hay que recordar que Arteche es el cuarto jugador con más partidos de Liga en la entidad, tras Adelardo, Tomás y Collar, y dejó huella tanto en sus compañeros como en los aficionados rojiblancos que tuvieron la oportunidad de verle jugar. Llegó al Atlético de Madrid con 21 años procedente del Racing de Santander. En sus inicios se mostraba como un central fuerte y expeditivo, complemento ideal para Luiz Pereira. Poco a poco fue mejorando su técnica al lado de Luiz Pereira, para crecer como futbolista hasta llegar a la selección nacional absoluta, donde jugó cuatro partidos y anotando un gol importante en Albania, el 3 de diciembre de 1986, firmando el triunfo de España por 1-2.

La afición rojiblanca se encariñó con él de tal forma que recibió el apelativo de ‘Artechenbauer’ por su forma de sacar el balón jugado desde la defensa, como le gustaba hacer a Luiz Pereira, su ‘maestro’, además de por su carácter y su calidad. Tras la marcha del brasileño formó eje de la zaga rojiblanca con Ruiz, aunque también lo hizo con Goikoetxea, Balbino y Sergio.

Formó parte de un equipo histórico, aquél que plagado de jugadores de la cantera y con dos extranjeros logró tutear a Barcelona y Real Madrid, conquistando la Copa del Rey y la Supercopa de España en 1985, además de ser subcampeón de Liga (84-85), de la Recopa de Europa (1986) y de la Copa de la Liga (1984 y 1985).

En la retina de los aficionados rojiblancos hay muchos momentos emotivos con Arteche como protagonista, pero por encima de todos hay uno que refleja lo que era ese jugador racial que llegó procedente del Racing y que se dejaba literalmente la vida en cada partido que jugaba. Fue en un Atlético de Madrid-Betis en el Vicente Calderón, en 1983, y en el que el conjunto rojiblanco perdía por 2-3 a falta de cinco minutos. Arteche consiguió el empate y en el último minuto marcaba de cabeza el gol del triunfo y tenía que salir en camilla con el menisco roto. Una acción que el entonces Presidente, Don Vicente Calderón, premió con la entrega al central rojiblanco de la medalla de oro y brillantes del Club en el hospital donde se recuperaba de sus ‘heridas de guerra’. Con Arteche se fue una de las figuras más representativas del Atlético de Madrid de los años 80.
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