Un golazo de Tiago sella el triunfo del Atlético de Madrid en Trondheim (1-2)

Agüero abrió el marcador y el equipo sufrió en la segunda mitad

Un golazo de Tiago desde unos 30 metros puso el digno colofón a un partido que el Atlético de Madrid tuvo dominado en la primera mitad gracias al gol de Agüero en una preciosa jugada entre Raúl García y Simão a los tres minutos. Luego, empataron los noruegos en la reanudación, brillante De Gea en las intervenciones que tuvo para sujetar al equipo y el partido se acabó con la maravilla de gol que el portugués se sacó de la chistera.

El Atlético de Madrid afrontaba el partido frente al Rosenborg con el objetivo de dejar a tiro la clasificación para la siguiente ronda de la competición en la que defiente título, la Europa League. Tras un inicio irregular en la fase de grupos (derrota en Salónica frente al Aris y empate en el Calderón contra el Bayer Leverkusen) los de Quique Sánchez Flores golearon al Rosenborg en casa (3-0) en un partido que significó el estreno continental de Joel bajo los palos y en el que Agüero volvió a jugar tras la lesión sufrida en Bilbao para marcar el segundo gol y dar el tercero a Diego Costa.

El antecedente del Atlético de Madrid contra un equipo noruego era positivo, porque se enfrentó al Fyllingen Bergen en 1991, en la Recopa de Europa, con victoria en ambos partidos, primero en Bergen por 0-1, con gol de Manolo, y después con goleada en el Calderón (7-2), con goles de Manolo (3), Schuster (2), Soler y Futre.

Y la verdad es que no pudo empezar mejor el partido para los rojiblancos. Si a los dos minutos un centro de Raúl García, que jugó de interior derecho este partido, estuvo a punto de significar el 0-1 pero no llegó Tiago por muy poco, el navarro dio un pase magistral un minuto después a Simão que el portugués dejó en bandeja a Agüero para que marcara el primer gol del partido, dejando helados a los noruegos.

El conjunto rojiblanco se encontró cómodo con el gol y se hizo dueño y señor del partido, salvando siempre que podía los arreones de los jugadores locales, que sólo podían inquietar a De Gea en jugadas aisladas, aunque los disparos de los jugadores del Rosenborg no encontraban su objetivo porque el meta madrileño apenas tuvo que intervenir en disparos con peligro.

Quique Sánchez Flores decidió que Raúl García jugara por la banda derecha y el navarro fue un estilete, dando buena cuenta de su marcador, el veterano Orsin, que cada vez que veía al ‘8’ rojiblanco temblaba. Si fue protagonista en las dos primeras jugadas de peligro, fue de Raúl García un remate desde la frontal en una jugada en la que trianguló con Simão y Diego Costa pero su disparo con la pierna izquierda se marchó rozando el poste.

El Rosenborg sufría sin el balón y el Atlético tocaba y tocaba hasta que veía la posibilidad de crear una nueva oportunidad de gol. A la de Raúl García hay que unir otro disparo de Antonio López y un golpe franco directo, sendas jugadas con paradas de Orlund.

Sin embargo, la segunda mitad fue otra historia. Por lo menos en el inicio. En el descanso se obró el milagro para los locales porque si en la primera apenas tuvo que intervenir De Gea, en el primer cuarto de hora vio cómo Moldskred cabeceaba fuera en el área pequeña, llegaba el gol del empate de Henriksen y tenía que realizar dos buenas paradas a remates del autor del gol y de Prica.

No pintaba igual la segunda mitad, con un Atlético que notó el mazazo del gol y tuvo que ir poco a poco recuperando el tono, otra vez intentando tocar el balón como en la jugada que pudo suponer el 1-2 en un pase perfecto de Forlán a Diego Costa dentro del área, pero el remate del brasileño se marchó rozando el poste como sucedió en la primera mitad con el de Raúl García.

Como decía Quique Sánches Flores en la previa de este encuentro, si algo caracteriza a este Atlético de Madrid es que da la cara en todo momento. El equipo rojiblanco volvió a tener más el balón y las jugadas de peligro acercaban más al área de Orlund y en esas estábamos cuando Tiago decidió el partido con un soberbio zapatazo desde unos 30 metros que sorprendió el meta del cuadro noruego y que selló una importante victoria para el Atlético de Madrid.

Ahora, el equipo rojiblanco, con los resultados que se dieron en la anterior jornada y con la victoria del Bayer Leverkusen ante el Aris, depende de sí mismo para lograr la clasificación para los dieciseisavos de final de la Europa League. Una victoria ante el Aris el próximo 1 de diciembre dejaría el pasaporte a la siguiente ronda sellado y con el primer puesto en juego en la última jornada en Leverkusen.

Pese a que el Rosenborg cayó eliminado de la previa de la Champions League a manos del Copenhague, rival de la fase de grupos de la máxima competición continental del Barcelona, el equipo que dirige Eggen llevaba sin perder en el Lerkendal Stadion desde hace dos años, cuando el Valencia le ganó por 0-4 en la fase de grupos de la UEFA Cup, lo cual habla mucho de la firmeza que tienen los noruegos en su estadio. El Atlético de Madrid ha sido el que ha roto esa dinámica de los nórdicos.

Los rojiblancos, además, querían el triunfo en Noruega, además de para dar un paso de gigante para seguir adelante en la competición, para romper una racha de cuatro partidos sin ganar fuera del Vicente Calderón en la Europa League. Desde el triunfo en el primer partido disputado en este torneo, en Estambul frente al Galatasaray (1-2), sólo cosechó dos empates (en Lisboa 2-2, en Valencia 2-2) y dos derrotas (2-1 en Liverpool que supuso el pase a la final y 1-0 ante el Aris en Salónica esta temporada). De esta forma, vuelta a ganar en Europa en una competición que se le da bien a los rojiblancos.

Por su parte, el Atlético de Madrid es el sexto equipo español que se enfrentaba al Rosenborg y logró una victoria vital para lograr su objetivo. Los noruegos han jugado, tanto en la Copa de la UEFA (Deportivo, Alavés y Valencia) como en la Champions League (Valencia, Deportivo, Real Madrid y Athletic), con lo que el Atlético es el sexto equipo español que visita el Lerkendal Stadion. Y lo cierto es que, no ha sido un campo demasiado propicio para los hispanos. Aquí cayeron el Deportivo en 1994 (1-0), Real Madrid en 1997 (2-0), Athletic en 1998 (2-1) y el Valencia en 2007 (2-0) y el propio Deportivo empató sin goles en 2003. El Alavés ganó en 2000, el Real Madrid dos veces (2000 y 2005) y una el Valencia (2008).

En suma, importante triunfo para reforzar la moral de cara al clásico del domingo en Santiago Bernabéu, donde los de Quique Sánchez Flores intentarán romper el maleficio que asiste a lo9s rojiblancos desde hace diez años, en los que no han ganado a su eterno rival.

ROSENBORG, 1 (Henriksen); ATLÉTICO DE MADRID, 2 (Agüero y Tiago)

Rosenborg: Orlund; Lustig, Bjarsmyr, Demidov, Dorsin; Annan (Bakary Sare, 60’), Henriksen, Skjelbred; Moldskred, Iversen y Prica.

Atlético de Madrid:
De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Antonio López; Tiago, Assunçao (Mario Suárez, 70’), Raúl García, Simão; Diego Costa (Canacho, 90’) y Agüero (Forlán, 60’).

Árbitro: Vladislav Bezborodov (Rusia). Mostró tarjeta al local Moldskred (27’). Por el Atlético fueron amonestados Agüero (52’) y De Gea (77’).

Incidencias:
Lerkendal Stadion de Trondheim. 14.248 espectadores. Pulido y Koke fueron los jugadores descartados de los 20 jugadores desplazados hasta Trondheim. El Atlético de Madrid jugó con camiseta y medias azules y pantalón rojo. Un centenar de seguidores rojiblancos en las gradas, incluyendo a los componentes de la Peña Atlética de Noruega.

GOLES:

0-1 (3’) Centro medido de Raúl García a Simão dentro del área, se va de su par y Agüero empuja a la red.

1-1 (51’). Henriksen bate por bajo a De Gea.

1-2 (83’). Tiago engancha un zapatazo desde 30 metros que se cuela como un obús en la meta de Orlund.

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