La Fundación Atlético de Madrid y la Asociación Síndrome de Angelman ya caminan juntos
La Fundación Atlético de Madrid y la Asociación Síndrome de Angelman han rubricado un acuerdo de colaboración en el transcurso de un acto que ha tenido lugar el restaurante 1903 Sport Arena. Enrique Collar, presidente de la fundación del Club, y Soledad Montero, presidenta de la mencionada asociación, han presidido este acto, que ha estado apadrinado por Antonio López, jugador de la primera plantilla del Atlético de Madrid, la actriz Miriam Díaz Aroca, y el actor Julián González. La cantante Merche, que también tenía anunciada su presencia, finalmente no pudo llegar a tiempo a la presentación del acuerdo. Por parte de la Fundación Atlético de Madrid también ha estado presente su Director General, Javier Lezcano. Enrique Collar señaló que para mí es un placer firmar este acuerdo de colaboración, ya que uno de los objetivos de nuestra fundación es ayudar a los más necesitados, y si son niños con más motivo. Esperamos concienciar a la sociedad con este convenio de colaboración. Soledad Montero, mientras, subrayó que nuestra asociación trata de que los afectados alcancen el máximo nivel de integración en la sociedad. Queremos dar las gracias al Atlético de Madrid por su colaboración con el fin de divulgar esta enfermedad a la sociedad. Antonio López, uno de los padrinos, reconoció que tuve conocimiento de esta enfermedad por una amiga y no dudé en apadrinar esta asociación. Muchas veces no estamos enterados de este tipo cosas y cuando eres consciente de ello es normal que te involucres, sobre todo viendo a los niños afectados. Igualmente, Manolo Beaus, médico de los Servicios Médicos del Club Atlético de Madrid, tomó la palabra durante el acto para recalcar que esta iniciativa conjunta me llena de satisfacción. Aprovecho este momento para informar que queremos convocar en el mes de abril unas jornadas científicas para divulgar esta enfermedad. El síndrome de Angelman es un trastorno genético que se asocia al cromosoma 15. Descrito en 1965 por el doctor Harry Angelman, los afectados sufren de retraso mental, afectación severa del habla, ataxia y/o temblores de las extremidades, siendo comunes la microcefalia y las crisis epilépticas.
