Maxi ejerció de anfitrión en la visita del Presidente Enrique Cerezo a Rosario

Mientras en San Nicolás los vecinos celebraban el compromiso solidario sellado por el Presidente Cerezo con su ciudad, en Rosario se ultimaban los detalles para que todo estuviese preparado de cara a la llegada del máximo mandatario rojiblanco prevista para la tarde del sábado. Allí, en la ciudad que presume con orgullo el hecho de poseer un majestuoso monumento a la bandera argentina, estaba esperando Maxi Rodríguez, que ejerció de anfitrión de la visita de Don Enrique Cerezo a su lugar natal. Rosario es una ciudad muy futbolera, con una afición está dividida entre los seguidores de los Newell’s Old Boys y los de Rosario Central. Desde el ingreso por la avenida de Ogroño hasta el centro se pierde la cuenta de las pancartas, los murales y los dibujos de los escudos de los dos equipos que dividen los corazones de la ciudad. Pero una cosa es cierta, Maxi Rodríguez une a todos los amantes de este deporte. El 11 del Atlético de Madrid es el ídolo de la ciudad porque a su pasado en las filas del equipo rojo y negro añadió su trayectoria en la Selección albiceleste y ese gol que marcó en el Mundial de Alemania contra México que se ha quedado grabado en la mente de todos los argentinos. La expedición rojiblanca, con Don Enrique Cerezo al frente, acompañado por Doña Elvira González Fraga y por Don Nicolás Musich en representación de la Fundación Ernesto Sabato, así como por Don Nicolás Wernicke, Director de Proyectos de la Oficina Técnica de Cooperación en Argentina, y por Don Pedro López, Director de Desarrollo de la Fundación, tenía cita con Maxi en el Hotel Presidente de Rosario para un almuerzo organizado por el Gobierno local, representado por Don Rolando Dal Lago, Director general de Deportes y Recreación,y Doña Laura Alfonso, Subsecretaria de Acción Social, en el que los invitados tuvieron el honor de contar con la ilustre presencia del Canciller del Consulado General de España , Don Gerardo Hernández. En la mesa estaba sentada la gran protagonista de este día, junto con el jugador rojiblanco, Raquel Buttazzoni, la mujer que gestiona el centro de acogida con el que la Fundación del Atlético de Madrid, la Comunidad de Madrid, y la Agencia Española Internacional de Cooperación y Desarrollo colaborarán de forma activa de la mano del Gobierno de la Municipalidad y también del mismo Maxi, para mejorar las instalaciones y los servicios destinados a las personas que viven y son atendidas en este hogar. El Presidente pudo compartir con el capitán rojiblanco las sensaciones que le había dejado primer acto realizado en el comedor de San Nicolás y comentar algunos aspectos de esa dura realidad en la que viven muchas personas pobres y desamparadas y que él y sus acompañantes pudieron ver de cerca de pesar de su breve estancia en dicha ciudad. Asimismo, los dos hablaron del funcionamiento del hogar de Raquel, que es el proyecto solidario impulsado por el internacional argentino, y de la encomiable labor social que esta mujer desarrolla en pro de los demás. Por eso, en la rueda de prensa que siguió a la comida oficial, el Presidente del Atlético de Madrid puso de relieve su admiración por el trabajo realizado por Raquel, al afirmar que “cuando a uno le cuentan la historia de Raquel es imposible no emocionarse, y son tantas las cosas que hace que es complicado enumerarlas todas. Raquel acoge a las madres primerizas, atiende previamente al parto, se encarga de la alimentación durante el día y la noche, gestiona un jardín de infancia, se preocupa de asesoramiento jurídico de las personas a las que atiende, tiene también una escuela primara nocturna y ayuda a la gente a buscar trabajo, entre otras cosas”. “No sé cómo lo puede hacer todo y de dónde saca el tiempo”, confesó Don Enrique Cerezo en toda sinceridad, porque añadió que “es difícil pensar que alguien pueda hacer tantas cosas y estar a disposición de un proyecto tan complejo como hace ella. Por eso la Fundación del Atlético de Madrid, la Comunidad de Madrid y la AECID, a la que tengo que dar las gracias por su colaboración, queremos ayudar a Raquel para efectuar las obras de mejora y ampliación del centro así como queremos valorar la posibilidad de crear una escuela de tecnificación de fútbol a la que puedan ir los pequeños de su hogar para practicar su deporte favorito. Porque no hay que olvidar que para nosotros lo más importante es la educación y queremos educar a los niños a ser personas sanas, nobles y deportivas”. El capitán del Atlético de Madrid estuvo muy contento de contar con la presencia del Presidente de la entidad y destacó ante los medios de comunicación local la importancia de su gesto, ya que expresó en varias ocasiones su agradecimiento por “venir a mi país, y a mi ciudad. Gracias por venir hasta aquí porque sé que el Presidente está siempre muy ocupado, pero ha buscando unos días para poder cumplir mi deseo.Tratar de mejorar el hogar de Raquel para que esté en mejores condiciones y pueda ofrecer un mejor servicio es algo muy importante para mí. El cariño ya sobra en ese lugar y lo único que podemos hacer es simplemente aportar alguna ayuda para reformar y modernizar el centro”. Maxi reconoció estar contento e ilusionado por este proyecto y preguntado sobre la razón por la que decidió impulsarlo, contestó que “a veces parece que los futbolistas somos de otro mundo. Nos idealizan y la gente se cree que somos de otro planeta, mientras que somos gente normal. Muchos somos cercanos y yo creo que uno siempre tiene presente las cosas que puede hacer para su gente. La Fundación colabora de forma incesante y realiza muchísimas actividades solidarias, y es por eso que como conocía ya la casa de Raquel porque mi madre y mi tío colaboraban en ella, pensé que podía dirigirme al Club para ver si estaba interesado en respaldar esta iniciativa. Y la Fundación no lo dudó ni un momento”. De ahí empezó a ponerse en marcha este proyecto en el que todos se han volcado debido a su atractivo y de su magnitud a nivel social, ya que como afirmó Doña Elvira González Fraga, “Raquel cuenta con un hogar pequeño pero es el símbolo de lo que una persona puede hacer en la vida, porque realiza un trabajo con la gente de la calle frente al cual lo único que podemos hacer los demás es buscar una manera para ayudarla en su trabajo y agradecerla por su gran testimonio”. Un compromiso común La parte institucional también reiteró su voluntad de colaborar en esta iniciativa, pues como afirmó Don Rolando Dal Lago “la responsabilidad que tienen las instituciones deportivas que se vuelcan en actividades solidarias es muy grande. Maxi Rodríguez es el máximo ídolo futbolístico de esta ciudad y para nosotros que le hemos visto nacer y dar los primeros pasos en la que después se ha convertido en su profesión es un honor ver que pueda llegar a apadrinar un proyecto en beneficio de la ciudad de Rosario”. Por lo tanto, aseguró que “agradecemos el gesto y esperamos poder seguir trabajando y coordinando políticas comunes, ya que sabemos que el fútbol es generador de hechos económicos y deportivos, pero también puede ayudar a resolver muchos problemas sociales”. En la misma línea se expresó la otra portavoz del Gobierno de la Municipalidad, Doña Laura Alfonso, quien apuntó que “sabemos que el Club a través de la Fundación realiza muchas acciones similares, pero nos alegramos de que haya elegido Rosario y esperamos que éste sea el punto de partida de una larga relación en la que el mundo mejore a través del deporte. La figura de Maxi, que es todo un referente en nuestra ciudad, nos va a garantizar mucha difusión en estas cuestiones. Es un gran gesto le suyo como persona y le agradecemos el hecho de que haya elegido y contribuido a que uno de tres proyectos que se realizarán en Argentina sea en Rosario. Por lo tanto, una vez más, defendemos nuestro compromiso social y nos sumamos a esta iniciativa”. Raquel, emocionada ante tantos elogios y muestras de cariño, sólo pudo agradecer la sensibilidad de los corazones de los presentes, confesando a este respecto, que “estaba esperando con ansia la llegada del Presidente Cerezo”, y sobre Maxi, casi entre lágrimas, dijo que “le he querido tanto, le he visto crecer, y yo que muchas veces he tocado a los timbres de los demás por muchas cosas, no pensaba que esta vez iba a ser él quien tocara el mío para ayudarme”. La agenda del presidente tras la conferencia de prensa, preveía una visita en un centro de tecnificación de fútbol de Rosario, donde el grupo acudió acompañado por Maxi. Los niños, que estaban desarrollando actividades de ocio y deporte al aire libre, se volvieron locos al ver que la estrella rojiblanca les había reservado una sorpresa tan grande. Todos pidieron autógrafos, se sacaron fotos, y muchos de ellos consiguieron hacerse con los regalos que la Fundación tenía preparados para este evento. Pero en realidad éste era el preludio del momento cumbre de la jornada: la visita al el hogar de Raquel. Una vez descubierta la placa conmemorativa que el Presidente entregó a este centro con motivo de su viaje a Rosario, la dueña de la casa acompañada por internos, internas, amigos, vecinos y periodistas, pudieron vivir un momento muy entrañable que tuvo como protagonistas Don Enrique Cerezo, Maxi y los niños. Y es que los invitados llegaron a la hora de la merienda y quisieron sentarse en la mesa para compartir este momento con los niños y las niñas, muchos de los cuales asistieron incrédulos a esta escena, absolutamente emocionados por la presencia de los dos huéspedes. Mientras los pequeños se repartían guantes, bufandas y camisetas que les habían traído de la Fundación, Raquel hizo entrega de unas placas a los representantes de las instituciones involucradas en el proyecto y tuvo también un detalle con la madre de Maxi y con su mujer, que en todo momento acompañó al astro rojiblanco en la promoción de este proyecto y en la organización de este jornada en la que ha quedado claro que el fútbol tiene la ventaja de llegar a mucha gente y que si estos proyectos se llevan a cabo debajo del manto de un Club importante y son apadrinados por jugadores de peso, son muchos más fáciles de alcanzar. Y esto es lo que esperan en Rosario. M.T. Chirivì
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