Solvencia y efectividad

Volvía la Liga al Vicente Calderón, y nuestros insaciables guerreros querían brindar un nuevo triunfo a la hinchada rojiblanca para seguir soñando en lo más alto de la clasificación. Con el mono de trabajo puesto desde el primer segundo, los de Simeone fueron un auténtico vendaval y en los dos primeros disparos a puerta conseguirían abrir brecha en el luminoso, con dos tantos de bella factura. Primero vino el gol de cada día de Raúl García, que aprovechó una jugada de estrategia perfecta entre Koke y Gabi para batir a Mariño con un disparo seco y colocado sobre la cepa del poste. El siguiente en perforar la meta pucelana sería nuestro voraz pichichi. Un pase de Raúl García, una carrera en profundidad de Diego Costa y una definición perfecta de vaselina del de Lagarto, ponían tierra de por medio en el marcador con tan solo cinco minutos disputados.

Los dos goles fueron una losa muy difícil de levantar para el Valladolid, que veía como los rojiblancos se imponían una y otra vez en todos los lances del juego. Los de Simeone, bajo la batuta de Arda y Koke, buscaban rápidas transiciones con las continuas carreras de Diego Costa y Raúl García. Así, el ‘19’ rojiblanco volvería a tener una nueva oportunidad pero, esta vez, su disparo se marchó por encima del larguero. El paso de los minutos tranquilizó el frenesí de los colchoneros, dejando la posesión del balón, aunque sin ningún peligro para Courtois, a los de Juan Ignacio Martínez.

Los últimos minutos del primer acto estuvieron marcados por el dominio de Gabi, inconmensurable una vez más, en el centro del campo ordenando y dirigiendo el juego asu antojo. Juanfran se animó en ataque y empezó a crear peligro con sus verticales subidas por la banda, aunque sus centros no encontraban rematador. Rául García fue el último en intentar cambiar el marcador antes de que Prieto Iglesias decretará el final de la primera parte, pero el 2-0 ya no se movería hasta la segunda mitad.

Nada cambio en la reanudación. El equipo, que buscaba el tercer gol con calma y control, volcó el juego en la banda izquierda con las combinaciones de Arda y Koke, muy participativos durante todo el encuentro. La primera gran ocasión de la segunda parte la tuvo de cabeza Godín, pero Mariño acertó a despejar su disparo. El Valladolid puso la réplica a renglón seguido con un chut de Javi Guerra que se marchó por encima de la portería de Thibaut Courtois.

El monólogo rojiblanco se fue acrecentando según avanzaba el segundo acto. Con Koke, Arda y Diego, que salió por Raúl García, el dominio del esférico en el medio campo era total. Mario Suárez, por segunda vez en el partido, tuvo el tercer tanto de la tarde, pero su cabezazo, a la salida de un córner, se topó con el larguero. Poco después, los tres magos rojiblancos protagonizaron una jugada de ensueño con combinaciones precisas e imprevisibles dentro del área que no pudieron culminar con disparo gracias a la rapidez de la zaga pucelana. El que no perdonó fue Diego Godín. El ‘faraón’ charrúa, que parecía tener muelles en sus botas, aprovechó un centro de Diego desde la esquina para elevarse por encima de todo el mundo e incrustar un potente testarazo en la portería de Mariño. No hay mejor manera que celebrar 200 partidos en Primera con gol.

Sumados a la fiesta particular de Diego Godín, que pudo convertir su segundo tanto del partido con un disparo que se marchó fuera por poco, la grada volvió a llevar en volandas al equipo en los minutos finales. Un equipo q incansable, siguió intentando buscar el cuarto gol de la tarde y solo paró cuando Prieto Iglesias decretó el final del partido. Así, el Atlético suma tres puntos vitales para seguir luchando por la primera plaza con Barcelona y Real Madrid.