EN COLABORACIÓN CON INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

Ponemos de nuevo en marcha nuestros proyectos sociales en centros penitenciarios

A lo largo del mes de octubre retomamos la actividad deportiva en Soto del Real, Alcalá Meco, Aranjuez y Estremera. Más de 150 internos participan en el proyecto socio-deportivo que organiza la Fundación Atlético de Madrid desde 2008.

Cumpliendo con todos los protocolos y medidas de seguridad dictadas por las autoridades sanitarias, durante las próximas semanas ponemos en marcha un nuevo curso de las escuelas deportivas que la Fundación Atlético de Madrid tiene abiertas en los centros penitenciarios madrileños ubicados en Soto del Real, Alcalá Meco, Aranjuez y Estremera.

La Fundación Atlético de Madrid y la Dirección General de Instituciones Penitenciarias firmaron en 2008 un convenio de colaboración para el fomento del deporte en centros penitenciarios que articulaba y desarrollaba la apertura de escuelas deportivas de fútbol. El último acuerdo de renovación se firmó el pasado mes de diciembre de 2019, ampliándose la vinculación y el proyecto por cuatro años más.

El acuerdo pretende impulsar el aprendizaje del fútbol y los valores positivos del deporte de equipo, como contribución al desarrollo de las capacidades de los internos que lo deseen; promover la práctica del deporte con una orientación prioritariamente formativa, lúdica y recreativa; desarrollar actividades complementarias a las anteriores de carácter cultural y ofrecer una alternativa positiva al uso de su tiempo libre.

LOS VALORES DEL DEPORTE

La pasada temporada, cuya actividad fue cancelada a mediados de marzo tras decretarse el estado de alarma debido a la crisis sanitaria a causa del COVID-19, cerca de 150 internos participaron en los entrenamientos y actividades dirigidas por un entrenador de la Fundación Atlético de Madrid. Durante el mes de octubre volveremos a abrir estas escuelas en los centros penitenciarios de Soto del Real, Alcalá Meco, Aranjuez y Estremera.

Los informes y valoración final del proyecto desvelan el alto grado de interés que despierta entre los internos, además de subrayar los beneficiosos efectos que la actividad deportiva que en ellos produce.

El fútbol es un deporte de equipo que fomenta la solidaridad y la sociabilización con el otro, obligando a someterse a una disciplina interna, a vivir los triunfos o los fracasos del equipo como propios y, por tanto, a un aprendizaje de conductas prosociales que deben presidir todas las actuaciones de la vida en prisión. Además de todos estos valores, supone una actividad de ocio saludable que mejora el tiempo libre y la condición física de los internos.